Jueves por la tarde

Jueves por la tarde, hay que llegar al destino pensando en todo y a la vez en nada, un sentimiento que habita en nuestro cuerpo, especialmente en la boca del estomago, mirando hacia el horizonte, nublado hasta la madre ¿hasta cuando chingaos habrá un cielo despejado con sol radiante?, no lo sabemos, pero pa’ que quejarnos y hacer más complicado el camino, de por si pesado con tanto pinche auto a nuestro lado, adelante y atrás, de repente comienza a llenarse nuestro cuerpo de una sensación extraña, comienza a movernos, agitamos los brazos, la boca comienza a pronunciar palabras en un idioma diferente, nos sentimos otra persona, hasta el pinche cielo cambio, ¡qué chingón!, de repente las manos comienzan a tocar un instrumento llamado batería, tambores, platos.. que potencia!!, continuo con el bajo, muy sencillo de tocar con las yemas de mis dedos y presionando el diapasón , pero el reflector termina encontrando a la estrella del grupo: voz y guitarra eléctrica, carajo, personalidad y presencia, que buena voz frente a una multitud coreando la canción. Sin darme cuenta, aparece nuevamente el cielo nublado, lo autos por todos lados. Vaya término la canción en la estación de radio y todo regreso a la normalidad para seguir pensando en aquello que no tiene solución.